JEAN CHARLOT (PARIS 1898-HONOLULU 1979)
Según Bertram D Wolfe (el biógrafo de Diego Rivera) Jean
Charlot era un francés de rostro fino, culto, de gafas, con un poco de sangre
judía y mexicana en la venas Aunque la técnica del francés le atraían, sentirse
más a gusto haciendo pequeños dibujos, grabados en madera y pinturas Sutil,
erudito, hábil en la deformación expresiva, impregnaba cada una de sus obras
con un sentido cerebral de investigación estética, triunfando a menudo en la
solución de los problemas, que a sí mismo se imponía, con sorprendente talento
Wolfe vio a Charlot como un devoto católico, con un toque de delicado
misticismo en su credo, siendo raro que hubiera podido trabajar amistosa y
fraternalmente con un conjunto de jacobinos como el construido por Diego
Rivera, Amado de la Cueva, Xavier Guerrero y David Alfaro Siqueiros El punto de
contacto con ellos debió ser su admiración por el pueblo humilde, por las
mujeres de servicio y los cargadores, cuyas labores se complacía en representar
monumentalmente en una pequeña circunferencia, y también un anticlericalismo de
cristiano primitivo
Por su parte Siqueiros, al contarle a Julio Scherer los
primeros problemas del muralismo mexicano, cuando los monumentalistas en cierne
se preguntaban en qué consistía la pintura al fresco, apareció el gabachito
Jean Charlot que algo sabía del procedimiento llamado fresco por haber sido
alumno de la escuela de pintura de Fontainnebleau Pero lo que el catolicón Jean
Charlot recordaba de esa receta era muy poco Siqueiros lo recordaba con “su
aire de seminarista cachondo”, haciendo esfuerzos para demostrar que la
revolución mexicana cabía entera dentro del catolicismo “Nada de nuestro
programa humano podía ser condenado por el Papa, ni siquiera la violencia, pues
nada había habido más violento que el catolicismo en su lucha ideológica El
sindicalismo, decía, mereció la bendición de León XIII y este pontífice era el
mejor amigo que había tenido la clase trabajadora El catolicismo era
universalista, ni más ni menos como pretendía serlo la Internacional Comunista
Las disgresiones ideológicas de Charlot se mezclaban con frecuentes
remordimientos Después de firmar los manifiestos del Sindicato (el de Obreros
Técnicos Pintores y Escultores), por regla general se confesaba con los padres
franceses del Colegio Franco-Inglés”
Pintor, grabador, muralista, maestro y escritor, Jean
Charlot participó en los inicios del movimiento muralista mexicano y también en
el establecimiento de las bases para una producción gráfica de nuevo tipo en
México Nieto de mexicana, nació en París y ahí estudió artes plásticas Combatió
en la primera guerra mundial, donde alcanzó el grado de teniente de artillería
Formó parte del grupo que encabezaba Jacques Maritain En 1921, invitado por la
familia Martínez del Campo, parientes suyos, llegó a México Fue Fernando Leal
quien lo vinculó con los entonces pujantes Centros Popular de Pintura y las que
todavía (como en 1913) se llamaban Escuelas al Aire Libre En 1922 Jean Charlot
inició en la práctica del grabado en madera y la litografía a Francisco Díaz de
León, Gabriel Fernández Ledesma, Fernando Leal, Alva de la Canal, Emilio Amero
y otros, grupo precursor al que México le debe no sólo una producción artística
de altura y la enseñanza de los diversos procedimientos para grabar, sino
numerosos redescubrimientos, investigaciones, publicación y promociones de
valor principalísimos para la historia de la cultura nacional
Debido a sus conocimientos de la pintura al fresco,
Charlot fue incorporado al grupo que pintaba en la Escuela Nacional
Preparatoria Primero fue ayudante de Diego Rivera en el Anfiteatro Bolivar Poco
después pintó en la misma Preparatoria el tablero La Conquista de Tenochtitlán
En 1923, invitado por Rivera, pinta en la planta baja de la Secretaría de
Educación Pública el tablero Lavanderas Otro tablero sobre danzas mexicanas le
disgustó a Diego y lo mandó picar Lo mismo hizo con trabajos de varios
ayudantes suyos
En 1924 Charlot trabajó seis xilografías en madera de
hilo para ilustrar el libro Urbe, de Manuel Maples Arce En 1925 fue nombrado
director artístico de la revista Mexican Folkways Ahí publicó dos célebres
artículos que modificaron la historia del arte mexicano: uno sobre Manuel
Manilla y otros sobre José Guadalupe Posada Durante los nueve años que residió
en este país, hizo investigaciones estéticas en terrenos casi inexplorados,
México le debe a Jean Charlot el haber mirado con ojo de esteta muchos de los
fenómenos artísticos que habían pasado inadvertidos inclusive para los que,
hasta su llegada, se ocupaban de los productos artísticos En 1926 descubrió en
Manuel manilla una imagen muy personal, hecha con ingenuidad voluntaria y
sabiduría humilde; lo consideró un buen artesano, con calidad humano que, sin
saberlo, hacía obra social De la obra de Posada consideraba como lo más raro y
exquisito sus grabados en madera, pues en ellos un artista con interés en lo
humano demostraba la máxima maestría En un temprano artículo aparecido en la
revista Forma, Charlot decía que no hay ningún misterio en el arte, y que un
microscopio creado para rendir utilidad, se vuelve cosa estética lo horrible
del ojo ciego, afirmaba, está solamente en su inutilidad El arte empieza cuando
la cultura es vehículo de ideas grandes que van más allá del goce egoísta, que
unen a los hombres entre sí, los elevan y los preparan para las acciones
necesarias Entusiasmado escribió en los tempranos veintes que el México de ese
tiempo era estéticamente igual a Pompeya
Durante 1927-1928, invitado por el arqueólogo Sylvanus G
Morley realizó el registro dibujístico de las excavaciones que se efectuaban en
esos años en Chichén Itzá bajo el patrocinio de la Fundación Carnegie En 1929
se trasladó a Washington con el objeto de ilustrar un importante libro sobre el
Templo de los Guerreros para la Carnegie Institution Desde entonces radicó en
los Estados Unidos, trabajando como maestro de pintura en la Student’s Art
League, la Florence Cane School, ambas de Nueva York, y en la Chouinard School
of Art de Los Angeles, California, la misma donde Siqueiros pintó en 1932 el
mural Mitin Obrero En 1947 la editorial La Estampa Mexicana, que dirigía
entonces Hannes Mayes, la editó el portafolio Mexihkanantli (Madre Mexicana),
con diez cromolitografías 150 ejemplares de esta edición se hicieron en lengua
náhuatl En 1963 la Yale University Press le publicó su importante libro The
Mexican Mural Renaissance, 1920-1925, el cual aguarda todavía su versión
española En 1968 el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte
Moderno, que dirigía entonces Carmen Barreda, presentaron una importante
retrospectiva de su obra, dentro del Festival Internacional de las Artes del
Programa Cultural de la XIX Olimpiada
Fue en 1949 cuando llegó a Hawai para unos cursos de verano
en la Universidad de Honolulu, y ahí se quedó dando clases hasta que decidió
retirarse en 1966 Para edificios públicos y privados de ese archipiélago de
Polinesia hizo decoraciones pictóricas y escultóricas
El pasado 20 de marzo, a los 81 años de edad, murió en
Honolulu Jean Charlot, lejos muy lejos de las turbulencias espirituales del
movimiento plástico mexicano contemporáneo
Raquel Tibol
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