miércoles, 26 de noviembre de 2014

Alice Rahon

Alice Rahon (8 de junio 1904 - septiembre 1987) fue una francés / mexicana poeta y artista, cuyo trabajo contribuyó al comienzo de la expresión abstracta en México. Ella comenzó como una surrealista poeta en Europa, pero comenzó a pintar en México. Ella era una artista prolífica de finales de 1940 a la década de 1960, que exhibe con frecuencia en México y Estados Unidos, con un amplio círculo de amigos en estos dos países. Su trabajo se mantuvo atado al surrealismo, pero también fue innovador que incluye elementos abstractos y el uso de nuevas técnicas como esgrafiado y el uso de arena para la textura. Quedó aislada en su vida después, debido a problemas de salud; y con excepción de retrospectivas en el Palacio de Bellas Artes en 1986 y en el Museo de Arte Moderno en 2009 y 2014, ha sido olvidado en gran medida a pesar de su influencia en el arte moderno mexicano.
A principios, la obra artística de Rahon estaba en la poesía, a menudo escribiendo sobre escenas y paisajes de su infancia, así como acerca de su inmovilidad y la nostalgia.
Sin embargo, después de llegar a México, comenzó a pintar, primero en satercolours, inspirado en el color que se encontró en México. La mayor parte de su obra posterior fue en aceites, pero también creó dibujos, collages y objetos. Las principales influencias en su trabajo son surrealismo, la poesía, sus viajes y México. Su trabajo ha sido descrito como primitivo e intensamente poética, "la respiración con y vida interior."[1] Sus pinturas tienen algún vínculo con surrealismo, pero también están ligados a sus experiencias en México y su uso del color, la luz y la aparición de los paisajes muestran influencia de la poesía. La influencia de las pinturas rupestres y el arte tribal de sus viajes también puede ser visto. Sus obras se consideran maduros desde el principio, con elementos abstractos (no aceptadas en México en el momento), pero aún representa algo concreto, casi siempre los fenómenos naturales. Su influencia surrealista era en su mayoría de Paalen, con importantes principios influencias son morrenas, Rendez-vod de Vivieres y Cristales del Espacio. Sin embargo, también se clasifica con otros artistas surrealistas de Europa en México, como Remedios Varo y Leonora Carrington. A diferencia de éstas dos, no lo hizo confinarse a los aceites, pero experimentado con técnicas, en especial los relacionados con la textura, que muestran la influencia de Rufino Tamayo.
Sus temas incluyen paisajes, elementos de mitos, leyendas, fiestas mexicanas, y elementos de la naturaleza, además de ciudades míticas (que representan mundos introspectivos) y homenaje a varios artistas que admiraba. El agua apareció a menudo, tanto en formar y como el color azul. Hizo serie de pinturas relacionadas con los ríos, de forma similar a los creados por Paul Klee titula El Nilo, Río Papaloapan, Río Papagayos y Encuentro de rivieras (pintadas muchos años después). Ella creó pinturas en honor a Giorgio de Chirico, Frida Kahlo, Diego Rivera, Joan Miró y Pablo Neruda. Dos dedicada a Frida Kahlo como La balada de Frida Kahlo (hecho poco después de la muerte de Frida), así como Frida aux yeux d'Hirondelle en 1956, que fue reelaborado una década después.
Mientras surrealista, su trabajo también demuestra el comienzo del arte abstracto en México en la década de 1940, junto con Carlos Mérida, Gunther Gerzso y Wolfgang Paalen. También fue un pionero en el uso de arena, esgrafiado y otras texturas en sus lienzos.




[1] Andrade, p 12.
 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Hans Bellmer

Hans Bellmer ( Katowice, 1902 - París, 23 de febrero de 1975) fue un autor y fotógrafo surrealista de origen polaco que desarrolló su trabajo en Berlín y más tarde en París debido al nazismo.
Desde 1922 estuvo trabajando en arte y publicidad en Berlín. Cuando los nazis llegaron al poder en Alemania, en 1933, Bellmer decidió no hacer nada que pudiera serles útil. Entonces confeccionó su obra más conocida: la Muñeca. Se trata de una escultura que representa a tamaño casi real (1,40 m.) a una muchacha de cabellos morenos, desnuda y con calcetines, que parece una muñeca de niña ampliada, pero que tiene cuatro piernas y numerosas articulaciones para un único torso de mujer adulta. Es un objeto con pretensiones eróticas, una criatura artificial con múltiples posibilidades anatómicas, mediante la cual Bellmer intenta descubrir la mecánica del deseo y desenmascarar el inconsciente psíquico que nos gobierna. La escultura evoca también la emancipación femenina, y es también una denuncia del culto al cuerpo perfecto de moda en la Alemania nazi.
Bellmer es, evidentemente, rechazado por el III Reich, que calificaba a su arte de degenerado, y que veía en él lo que el autor, en efecto, quería: «un intento de provocar a la población para impulsarla a despertar».
Trasladado a París en 1938, fue acogido por los surrealistas, que reconocían en su Muñeca y en sus fotografías una nueva manera de abrir el espíritu de la sociedad a sus fantasmas inconscientees y de obligar al espectador a interrogarse sobre los sentimientos producidos en él por la obra de arte y sobre las relaciones con su propio cuerpo y todo lo que ello conlleva de hipocresía o de complejo.
Bellmer fue recluido en el Campo de Les Milles, en Provenza hasta 1940.
Aunque la Muñeca es su obra más innovadora y más conocida, continuó con sus trabajos sobre el erotismo, con abundantes dibujos y fotografías de esculturas-objetos.
Su trabajo servirá de influencia para artistas posteriores como Cindy Sherman, que trabajará también con muñecas haciendo una referencia a la mujer como objeto.



lunes, 3 de noviembre de 2014

Recomendación del Mes (Noviembre 2014)

Espejo Negro 

Japón
México
Dirección: 
Eugenia Vargas
De: 
Tadashi Endo
Con: 
Eugenia Vargas
Malú Macareno
Aura Gómez Arreola
Ireli Vázquez
Espejo Negro surgió del diálogo entre Tadashi Endo y el Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual, a partir de la pregunta lanzada por el maestro: “¿qué es México?”.
Los integrantes de la compañía plantearon, desde la semilla simbólica de la palabra, el inicio de un viaje hacia el espejo negro, el espejo de obsidiana, una travesía en la que van acompañados por caligrafías japonesas que, misteriosas, los guían en medio del sueño.
Esta obra responde a la intención de crear una atmósfera onírica en la que prevalece la tiniebla como espacio íntimo y propicio para la encarnación de cuatro personajes femeninos, que transitan en la profundidad del sueño hacia el corazón de la noche.
La danza butoh ayudará a reponder finalmente la pregunta, a través del cuerpo.
Costo(s): 
$127.00
http://teatros.cultura.df.gob.mx/content/espejo-negro