El fotógrafo alemán Jo Jankowski es de aquellos artistas
expertos en utilizar el medio que dominan para traspasar los límites expresivos
mismos del formato. Su obra está llena de tristeza y en cierto modo a veces
también de sordidez, en entornos apagados donde la gente parece estar contando
su propia historia a base de detalles y posturas, desde un joven al que le
excita la vecina de al lado, hasta una madre en apuros económicos que se
recrean en el amamantamiento de sus hijos o una pareja que se cita furtivamente
en un piso.
Lleva mucho tiempo trabajando desde Berlín, donde ha
centrado una parte de su trabajo en realizar retratos del todo fascinantes. La
mayoría son desnudos o con un componente de exhibición importante, pero lo
importante es que no solo Jo ha sabido elegir modelos y cuerpos de tipos muy
distintos (hay algún cuerpazo que es como para investigar sobre la musa en
cuestión), sino la forma en que cada instantánea logra cierta transferencia de
actitud y de sensaciones en dirección al espectador. Cuerpos hipnóticos con
miradas llenas de significado.