La artista plástica paulista es la pintora más
representativa de la primera fase del movimiento modernista brasileño. Su
cuadro Abaporu, de 1928, inaugura el Movimiento Antropofágico en los artistas
plásticos del país. Comenzó a aprender pintura en 1917, con Pedro Alexandrino.
Más tarde, estudió con George Fischer Elphons. En 1920, viajó a París y
frecuentó la Académie Julien, donde recibió la orientación de Émile Renard. En
Francia, conoce a Fernand Léger y participa del Salón Oficial de los Artistas
Franceses de 1922, desarrollando técnicas influenciadas por el cubismo. De
vuelta a Brasil el mismo año, se une a Anita Malfatti, Menotti del Picchia,
Mário de Andrade y Oswald de Andrade, formando el llamado Grupo de los Cinco,
que defiende las ideas de la Semana de Arte Moderno y se coloca al frente del
movimiento modernista en el país.
Se casa con Oswald de Andrade en 1926 y, el mismo año,
realiza su primera exposición individual, en la Galería Percier, en París. A
partir de entonces, sus obras adquieren fuertes características primitivistas y
nativistas. Es característico de esta época su cuadro Abaporu, que sirvió de
inspiración al movimiento antropofágico, pudiendo considerarse incluso el
primer manifiesto antropófago.
En 1933, pasa a desarrollar una pintura más conectada a
temas sociales, de la cual son ejemplos las telas Obreros y Segunda Clase.
Expone en las dos primeras Bienales de São Paulo y gana una retrospectiva en el
Museo de Arte Moderno de São Paulo (MAM) en 1960. Se le dedica una sala
especial en la Bienal de São Paulo de 1963 y, el año siguiente, se presenta en
la 32.ª Bienal de Venecia.