Berthe Morisot
Nacida en el seno de una
familia burguesa, fue precisamente su familia quien animó a Berthe y a su
hermana Edma a iniciarse en el arte. Morisot demostró las posibilidades de las
mujeres en las artes a fines del siglo XIX.
A la edad de 20 años, Berthe
Morisot conoció a Camille Corot, importante paisajista de la Escuela de
Barbizon, quien la admitió como su discípula y la introdujo en los círculos
artísticos.
Morisot decidió ser una
artista a pesar de su condición de gran dama, de mujer burguesa, urbana e
interesada por la moda y la activa vida cultural de la época, no dedicándose de
forma aficionada como otras damas de su época sino adoptando una postura muy
radical que la vincularía al grupo de artistas impresionistas, la vanguardia
del momento.
Pronto adquirió la técnica
impresionista de pintar al aire libre, donde creaba pequeños cuadros y esbozos
para grandes obras que terminaba en el estudio. Su primera participación en el
Salón de París fue en 1864 con dos paisajes y continuó exhibiendo continuamente
en el Salón hasta 1874, año de la primera exposición impresionista, en la que
participó con La cuna.
En 1868, conoció a Édouard
Manet y en 1874 se casó con el hermano de este, Eugène Manet. Ella fue la que
convenció al maestro de pintar al aire libre y lo atrajo al grupo de pintores
que serían posteriormente los impresionistas. Manet, sin embargo, nunca se
consideró impresionista, ni estuvo de acuerdo con exhibir sus obras junto al
grupo.
Morisot, junto a Camille
Pissarro, fueron los dos únicos pintores que tuvieron cuadros en todas las
exposiciones impresionistas originales. Asimismo, Berthe fue la modelo de Manet
tanto en diversos e importantes retratos como en su obra de gran formato El
Balcón, donde el pintor francés da cuenta de su admiración por la obra de Goya,
tratanto el mismo tema de su Majas en el balcón obra menos conocida en España
pues se encuentra en una colección privada suiza.
Al igual que Mary Cassatt, Eva
Gonzalès o Marie Bracquemond, Berthe Morisot fue relegada a la categoría de
artistas femeninas por su temática de la vida cotidiana (mujeres, niños y
escenas domésticas). Sin embargo, como mandaba la doctrina impresionista,
Morisot pintaba la inmediatez, lo que veía en su vida normal. Como una mujer de
la alta burguesía, estaba habituada a escenas domésticas, deportes campestres y
un amplio círculo de mujeres y niños, ya que el mundo masculino les estaba
vetado.
Sin excepción, sus cuadros
muestran unos temas equivalentes al de sus colegas masculinos. Edgar Degas,
también de clase burguesa, pintaba ensayos de ballet, carreras de caballos,
desnudos femeninos y a la propia Berthe durante su etapa de formación, pasada
como "copista" de los grandes maestros en el Louvre. Claude Monet
pintaba los nenúfares de su jardín, a sus hijos, etc. Las mujeres
impresionistas pintaban su entorno social bajo el enfoque impresionista. A
pesar de esto, la figura de Berthe Morisot, junto a las de otras maestras de la
pintura, quedó ensombrecida por el conjunto del movimiento y en especial de los
pintores masculinos. La técnica que desarrolla Morisot se basa en un
tratamiento de pinceladas suaves desde un principio hasta que evoluciona a un
impresionismo más expresado en la pincelada, en concreto a partir de 1873,
cuando el tratamiento más libre de las pinceladas rápidas y planas y la
atmósfera más tratada con el color permitían reflejar una estética más de
índole impresionista. Mallarmé la definía como "polvo volátil": una
pintura etérea, con figuras muy introspectivas y melancólicas pero que al mismo
tiempo transmiten una alegría de vivir que produce satisfacción a quien las
contempla, una pintura de gran delicadeza.
A partir de 1880, la
influencia de Renoir se refleja en su obra. La frescura luminosa de su paleta,
la factura libre y vigorosa, así como, la atmósfera poética de sus lienzos, son
reconocidas y admiradas. En 1892 la galería Boussod-Valadon le dedica una
exposición que tuvo un gran éxito.
La vida de Berthe Morisot se
vio ensombrecida por la muerte de Édouard Manet en 1883, la de su esposo,
Eugène Manet, en 1892, y la de su hermana Edma. Educó sola a su única hija,
Julie Manet, con quien mantuvo siempre lazos muy fuertes. Al morir a los
cincuenta y cuatro años, confió su hija a sus amigos, Edgar Degas y Stéphane
Mallarmé.
Murió el 2 de marzo de 1895
en París y está enterrada en el cementerio de Passy en París.
En la actualidad, sus
pinturas pueden alcanzar cifras de más de 4 millones de dólares.